Bajo el dominio comunista, la Policía Secreta Checoslovaca llevó a cabo una de las operaciones más terribles de la historia.
El escritor ruso Fiodor Dostoyevski es conocido por sus excelentes libros y por sus frases reflexionando acerca de la existencia. Una de ellas puede ayudarnos a ilustrar vívidamente el tema de este artículo: "A veces hablan sobre la brutalidad “animal” del ser humano pero es terriblemente injusto e insultante para las fieras: un animal nunca podrá ser tan cruel como el ser humano, tan artísticamente cruel". Estas palabras son excepcionalmente adecuadas para describir las acciones de la Policía Secreta Checoslovaca.
En la Checoslovaquia comunista de 1948, los líderes del régimen necesitaban nuevos métodos para frenar la oleada masiva de fugas que se estaba desarrollando en el país. Miles de ciudadanos abandonaban sus vidas para huir del puño de hierro estalinista que representaba el Gobierno de izquierda.
Viajaban en pequeños grupos hacia la frontera con Alemania, al oeste del país , con la esperanza de encontrar la libertad que habían perdido en su patria. A los agentes de la Policía Secreta Checoslovaca se les ocurrió la brillante idea de construir puestos falsos a pocos kilómetros del límite fronterizo con el país germano. Estos estaban equipados con banderas estadounidenses y oficiales hablando inglés con acento americano. La fachada estaba impecablemente construida.
Jan Rosenauer.
Los miembros de otro grupo de agentes se hacían pasar por traficantes de personas, prometiendo introducir checoslovacos a la parte de Alemania controlada por los estadounidenses. Al llegar a los falsos puestos de inmigración, …