La tecnología avanza a pasos agigantados, y sectores como la venta de entradas online se aprovechan de ello tanto como lo sufren. Uno de los desafíos a los que tienen que hacer frente, por ejemplo, es la lucha constante contra los bots automatizados que acaparan entradas para su posterior reventa.
Y el problema es que una solución ampliamente adoptada en el pasado —el uso de CAPTCHAs— parece haber perdido efectividad. O al menos así lo asegura Raphael Michel, creador de pretix, un sistema de venta de entradas de código abierto, quien declara sin rodeos que
"Los CAPTCHAs ya no proporcionan una protección significativa contra bots".
El auge de los bots y la caída de los CAPTCHAs
El problema es bien conocido: muchos eventos tienen una demanda muy superior a la oferta de entradas. Esta situación es un caldo de cultivo para los scalpers, individuos o grupos que utilizan bots para comprar entradas en masa y revenderlas luego a precios exorbitantes.
Y lo que muchos podrían plantear como una solución económica 'ideal' (aumentar los precios de las entradas hasta alcanzar un equilibrio de mercado) es rechazada por la mayoría de organizadores por razones éticas.
Ante ello, el recurso habitual ha sido técnico: los CAPTCHAs. Estas pruebas buscan distinguir humanos de máquinas exigiendo la realización de tareas simples para personas pero difíciles para ordenadores. Sin embargo, con los últimos avances en inteligencia artificial (IA), estas clasificaciones de dificultad han dejado de ser ciertas.
Ya no quedan problemas que los humanos resuelvan mejor
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