El que en la sociedad mexicana se acostumbre a celebrar con algarabía desbordada los triunfos de su selección nacional de fútbol, al grado de reunir a más de 80.000 personas en el monumento del Ángel de la Independencia, hace pensar que esa efusividad existe cuando algún otro mexicano obtiene un reconocimiento a nombre del país a nivel mundial, ya sea en el área de las ciencias o la cultura.
Sin duda, el fútbol en México va más allá de ser uno de los entretenimientos preferidos sin importar edad, sexo, nivel socioeconómico o religión, el fútbol es uno de los "escapes" de la realidad más significativos de la población, a tal nivel que el promedio de audiencia que logra cada juego de finales de la liga nacional rebasa las dieciséis millones de personas, sin embargo el problema no es el fútbol, sino la indiferencia por todos aquellos mexicanos que han sido reconocidos a nivel mundial en el área de las ciencias y la tecnología.
Porque esa es la otra realidad que el mexicano en muchas ocasiones desconoce por mantenerse en un estado "hipnótico" de entretenimiento y no de aprecio por quienes dejan legados más sustanciales para el futuro de la nación. Ellos son...
Mecaliks
Jana Jezabel González Castrejón, Jade Titania Díaz García y Ámbar Nicole Díaz, originarias del Estado de México de entre 9 y 12 años, se la creyeron (como dice el dicho) y, sin pensarla, diseñaron una misión espacial relacionándola con el mundo Maya y con el conocimiento astronómico, lo cual les valió …