A la hora de comprar algún producto de tecnología muchas veces podemos cometer un error impulsado por el pensamiento de “Más es mejor”, la realidad es que esto no es precisamente malo, pues siempre queremos tener la computadora o el teléfono con el mejor procesador, la mejor pantalla, la mejor cámara, autonomía, etc. Lo malo es que muchas veces más no es mejor si no vamos a sacarle provecho. Siempre es ideal escoger un producto o servicio con base en lo que queremos, pero tenemos, pues a veces las cosas que compramos no les podemos sacar provecho por estas limitaciones tecnológicas entre un producto y otro.
Este es un problema recurrente con las conexiones Wifi, pues muchas veces tenemos la idea de que aumentar la velocidad de red de nuestra conexión local es lo mejor, y que su subimos a 100, 200, 300 o 500 Mbps nuestros dispositivos navegarán mucho más rápido. Esto en parte es cierto, lo malo es que hay dispositivos que por sus limitaciones de hardware no alcanzan estas velocidades, lo que nos hace pensar que esto es un problema del servicio y no de nuestro producto, sea un teléfono, módem, etc.
Por ejemplo, Hamilton Matías, director de gestión de productos de Qualcomm Latinoamérica, mencionó que hoy en día y sobre todo con la situación que vivimos actualmente no necesitamos únicamente una mejor velocidad de red y menor latencia, sino también mejores dispositivos de conexión, pues de otra forma de nada sirve tener 500 Mbps de velocidad …