Los primeros intentos de aplicar los avances tecnológicos del sector militar fueron realizados en la URSS ya en los años ochenta, pero no alcanzaron el éxito esperado. En los noventa, estas reformas "irreflexivas" destrozaron los lazos entre las empresas e hicieron caer al sector en picada. Hoy en día, es posible esquivar los errores del pasado.