En las últimas semanas, se ha detectado en España una nueva modalidad de estafa dirigida específicamente contra las personas mayores. El anzuelo de la misma gira en torno a una supuesta contaminación del agua corriente y a la necesidad de instalar costosos filtros purificadores.

Esto ha generado ya múltiples denuncias, y motivado la intervención de la Policía Nacional (y las advertencias de la misma en redes sociales) y el desarrollo de la Operación 'Filter' en Burgos; ésta se ha saldado por la detención de tres personas acusadas de estafar a, al menos, neuve personas mayores en el último año.

El falso 'test de pureza'

Los estafadores actúan con una estrategia cuidadosamente diseñada: en algunos casos, contactan primero con sus víctimas mediante llamadas telefónicas o reparto de panfletos publicitarios, ofreciendo un análisis gratuito del agua del hogar... en otros casos, se presentan por sorpresa en las viviendas.

Una vez en el interior de las mismas, se presentan como técnicos, inspectores sanitarios o expertos en salud ambiental, si bien no se molestan en exhibir acreditaciones, sino que se aprovechan de la buena fe y vulnerabilidad de las personas mayores.

La pieza clave del engaño es una falsa demostración científica: un supuesto 'test de pureza' del agua basado en electrólisis. Conectan un dispositivo a la corriente eléctrica y hacen circular agua del grifo a través de él, provocando una reacción química que torna el líquido turbio.

Luego repiten la prueba con agua destilada que traen ellos mismos, la cual se mantiene cristalina. El …