Treintayseis años después de su salida al mercado, los procesadores Intel 486 —iconos de los primeros pasos de la computación personal— han sido oficialmente retirados de la lista de arquitecturas soportadas por el kernel de Linux. La versión 6.15 marcará el punto final para estos equipos en el SO del pingüino, una decisión natural ante la progresiva desaparición de los mismos de los hogares de los usuarios.
Un legado de longevidad
Lanzado en 1989, el Intel 486 (también conocido como i486 o 80486) supuso un salto tecnológico con respecto a su antecesor, el 386, pues su arquitectura integraba por primera vez una 'unidad de coma flotante' en el propio chip y ofrecía mejoras sustanciales en rendimiento y eficiencia.
Tan popular fue su diseño, que su fabricación se prolongó hasta 2007, acumulando casi dos décadas de producción.
Durante 18 años después de su retirada del mercado, el kernel de Linux ha estado manteniendo su compatibilidad con esta familia de procesadores, en línea con la filosofía del sistema: accesibilidad, versatilidad y retrocompatibilidad. Sin embargo, parece que incluso los ideales más resistentes deben adaptarse al cambio de contexto.
La decisión técnica detrás del adiós
Lo cierto es que Linus Torvalds, el creador de Linux, ya había planteado en 2022 la posibilidad de abandonar el soporte para los 486, tal como se había hecho ya con los 386 en 2012. Este año, la propuesta se ha convertido en decisión firme: el kernel Linux 6.15 requerirá características de hardware que no están presentes en estas …