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El Salvador se ha instalado en los ojos del mundo a partir de su ¿innovadora, arriesgada? O polémica -califíquela como usted quiera- decisión de incorporar al Bitcoin como una moneda de curso legal en el país.
Impulsada directamente por el Presidente Nayib Bukele, la iniciativa pretende beneficiar la recuperación económica del país, pues “estimula la inversión privada, la inversión extranjera y acelerará el proceso de inclusión financiera”. De igual forma, el oficialismo destaca su potencial para ayudar a los salvadoreños que viven en el extranjero a enviar remesas a casa.
La medida, pionera en el mundo y en la región, pone al bitcoin en igualdad con el dólar, que se convirtió en su moneda oficial hace 20 años.
Según un primer acercamiento realizado por Reuters, entre las implicancias de esto se cuenta que las tiendas y las empresas deben aceptarlo por bienes y servicios, y pueden elegir expresar los precios en la moneda. Los impuestos también se podrían pagar con bitcoin, aunque de forma opcional.
La viabilidad de su uso a estos niveles aún es una incógnita, aunque hay algunas consideraciones que ayudan a ponderar la medida.
Por ejemplo, hablamos de una criptomoneda que ha visto movimientos y fluctuaciones en su valor de manera elevada en sus 12 años de vida, además de las variaciones regulares del día que lo hacen poco práctico para el comercio.
Por eso, a pesar de que un número creciente de grandes empresas lo acepta como forma de pago, sigue siendo poco utilizado para comprar bienes y …