Pedir disculpas a sus usuarios hubiera sido una buena forma de empezar a empeñar los errores del pasado, pero en Zetta han preferido seguir en sus trece y utilizar la clásica estrategia de la verdad y "la verdad".
La telenovela de Zetta es un no acabar. No tanto por la polémica -que ya ha saltado a la opinión pública general de forma bastante notoria-, más bien por la alegría con la que uno de sus fundadores y cabeza visible justifica uno de los engaños y presunta estafa más sonados del mundo tecnológico español desde el fatídico caso Gowex. Ahora, con la relativa calma tras la tormenta, los responsables de Zetta hecho una serie de declaraciones a Espejo Público y no tiene desperdicio, puesto que viene a demostrar una cosa: los responsables de Zetta sigue cautivos en un mundo de fantasía y color.
De todo lo que se puede leer en la entrevista hay algunas declaraciones que no tienen ningún desperdicio, tanto por exageradas como por directamente falsas, un mantra que por mucho que los responsables de la compañía repitan, no se convertirá en verdad. Zetta no tenía su propia marca de smartphones en base a especificaciones a carta o utilizaba el rebranding legítimo: simplemente ponía pegatinas encima de móviles de otros fabricantes y aumentaba considerablemente el precio de venta final.
Hacer el movimiento de tener una marca propia de móviles no es tan fácil como parece, por logística y por capital. Es algo mucho más complicado como para que los responsables de Zetta …