Un estudio analiza los niveles de radiactividad de trufas recogidas en Centroeuropa.
Los resultados muestran que estos productos de alto valor culinario presentan "niveles insignificantes" de isótopos radiactivos procedentes de Chernóbil.Las trufas, uno de los tesoros más apreciados del bosque por su valor culinario y económico, podrían haber sobrevivido a Chernóbil. Cuando se cumplen treinta años de la catástrofe nuclear que conmocionó al mundo, una investigación saca a la luz la "resistencia" de unos hongos que llegan a venderse en el mercado por precios que rondan los 1.500 euros por kilogramo.Las trufas son un alimento muy apreciado por su valor culinario y económico. El coste del kilogramo puede rondar los 1.500 euros
El estudio, publicado en la revista Biogeosciences, demuestra que las trufas escondidas en diversos hábitats de Centroeuropa presentan niveles insignificantes de radiactividad. Sus resultados garantizarían que, a diferencia de otras especies que sí podrían haberse contaminado por el accidente de Chernóbil, las trufas son un producto apto para el consumo.
"Gran parte de las capas superiores del suelo del continente siguen aún contaminadas radiactivamente", señala Ulf Büntgen, investigador del Swiss Federal Research Institute y primer autor del trabajo. El accidente en el cuarto bloque de la central nuclear, situada a solo 120 kilómetros de Kiev y muy cerca de la frontera con Bielorrusia, no afectó únicamente a estos territorios. Los vientos y las lluvias también transportaron isótopos radiactivos como el cesio-137 a otras zonas de Europa. Esta contaminación, de acuerdo a esta investigación, no parece haber afectado a …