Corea del Norte cuenta con una de las fuerzas militares más grandes del mundo. De acuerdo con The New York Times, posee 1.3 millones de soldados activos y 7.6 millones en reserva. En otra palabras, el 30% de la población norcoreana está en el ejército, el cual es una de las prioridades del gobierno de Kim Jong-un. Tanto es así que gran parte del presupuesto nacional está destinado a las fuerzas armadas.
Sin embargo, gran parte de su armamento se encuentra obsoleto. Esto debido a décadas de sanciones y el fin del apoyo soviético. Por si fuera poco, Corea del Norte también tiene acceso limitado a suministros esenciales. Aunque sin duda, el mayor de los problemas señalados por el diario estadounidense son las estrategias usadas por el régimen para disuadir a los soldados de desertar, las cuales incluyen serias amenazas a sus familias.
Supervisión contra la deserción
Según cuenta The New York Times, es posible que algunos de los soldados que fueron para apoyar a Rusia en la guerra contra Ucrania sean en realidad trabajadores forzados sin ninguna clase de experiencia en combate directo. Además se dice que el régimen ha desarrollado medidas estrictas para evitar la deserción dentro de sus tropas, como enviar a funcionarios para vigilar el comportamiento de los soldados, desde el consumo de alcohol hasta los intentos de adquirir bienes que no están disponibles en su país.
Según Business Insider, para disuadir cualquier intento de fuga, Corea del Norte amenaza a los soldados con represalias contra …