La llegada de Theresa May al Número 10 de Downing Street, el más que probable ascenso de Hillary Clinton a la Casa Blanca en Noviembre, y Angela Merkel repitiendo un cuarto término como canciller alemana presentan el principio de un cambio histórico en la sociedad occidental.
Desde que el mundo es mundo, la mayoría de las sociedades humanas se han erigido sobre diversas variaciones del heteropatriarcado. La posibilidad de una mujer como cabeza de Gobierno o de Estado sigue siendo remota en muchas partes del globo.
No solo como líderes. A nivel mundial, menos del 23% de los parlamentarios del planeta son mujeres. Solo en Ruanda (56%), Andorra (50%), Cuba (49%) o Suecia (47%) las mujeres se acercan o sobrepasan la mitad de sus miembros electos.
Leyes contra la regencia femenina, antiguas democracias donde las mujeres no podían votar, y mucho menos hacer de candidatas, hasta los prejuicios abiertos y ocultos de parte del electorado, mujeres incluidas, que recelan de una mujer como líder. Suiza ha tenido seis presidentas a lo largo de su historia, pero varios de los países más poblados del mundo como China, Estados Unidos, Japón o Nigeria, no han tenido nunca una líder electa. Aún hay mucho camino por recorrer.
Punto álgido históricoEstamos en 2016, y parece que por fin la cosa está cambiando. Con 22 países con una jefa de Gobierno o jefa de Estado actualmente incluyendo a Theresa May, que será, si nada cambia, la próxima primera ministra de Reino Unido. La candidata de la oposición británica …