El tenso momento en el que alguien intentaba copiar un archivo en un disco floppy, interminables líneas de código recorriendo la pantalla de arriba a abajo, y alguien mirando una pantalla y musitando: “¡Oh, Dios mío!”. El cine de los 80 está lleno de escenas con computadoras que hoy nos resultan tan entrañables como ridículas.Read more...