La experiencia de usuario es como el jamón, defiende Toni Garrido, fundador de Animal Makers. Cuando tiene calidad, es universal, delicioso y consumible a cualquier hora. Empezar con jamón, aunque sea en formato metáfora, siempre es un acierto. Y así lo hizo el arranque ayer de la cuarta edición de Experience Fighters, una cita de dos días en Madrid para hablar sobre innovación y diseño de producto y de servicios.
«Hemos elegido estar a las órdenes de gente que controla la tecnología y el negocio», advierte César Astudillo, «gurú oficial» de esta edición, como él mismo señaló en tono de chanza. Vinculado desde los ochenta al desarrollo digital y de software, considera que la disciplina de la experiencia de usuario se encuentra en una encrucijada ante la confluencia de demasiadas ramas del saber y la experiencia humana: la informática y la publicidad, el diseño y las humanidades, la empresa y la comunicación.
«El futuro pasa por nosotros pero hemos elegido no liderarlo», considera Astudillo, en referencia a la potencia tecnológica y financiera de los gigantes californianos que conquistan el mercado y transforman los modos de vida con sus productos y plataformas. «Creemos que el desarrollo y el bienestar humano están por encima de la última moda de Silicon Valley», defiende. Y reivindica el papel crucial que saberes como la filosofía, la epistemología o la deontología tendrán en la resolución de los nuevos retos a los que nos enfrentamos, entre los que citó redefinir el género, repensar el trabajo ante la …