En los últimos meses, tanto España como países europeos (Italia, Francia, Reino Unido...) han anunciado o aprobado nuevos impuestos a servicios digitales (como la famosa 'Tasa Google' española), motivados por el principio de que las grandes tecnológicas deben pagar impuestos allí donde se encuentran sus consumidores.
Así, Italia aprobó un impuesto de esta clase que entró en vigor en enero, mientras que su equivalente francés lo hizo en julio, y Reino Unido lo aprobó el pasado mes de abril.
Todas estas nuevas figuras parten de un planteamiento que atrae los legisladores y a gran parte de la opinión pública… pero tiene una pega.Y es que compañías como Amazon, Apple o Google tienen la capacidad de hacer que esa subida impositiva repercuta negativamente sobre los ingresos de terceros, concretamente de desarrolladores y clientes. Y no están dejando pasar la oportunidad de hacerlo.
El mensaje de los gigantes tecnológicos es claro: si nos hacéis pagar más, el coste terminará repercutiendo sobre otros.
¿Cuáles son los planes de Apple, Google y Amazon?
Ayer martes, sin ir más lejos, Apple anunció una serie de 'ajustes' al alza en las tarifas para desarrolladores de la App Store en varios países, todos ellos con impuestos digitales recientemente aprobados: Francia, Italia, Reino Unido y Turquía.
Ese mismo día, Google advertía a los anunciantes británicos que, a partir de noviembre, los costes publicitarios de YouTube y Google Ads subirán un 2% a causa de la entrada en vigor ayer de dicho impuesto. Paralelamente, anunciaban por …