22 años después del estreno de Jumanji ha llegado a los cines una secuela independiente muy distinta a la primera adaptación. Estas son sus diferencias.
No cabe duda de que una de las películas más recordadas por el público de los años noventa del siglo pasado, adaptación de la novela homónima que el estadounidense Chris van Allsburg publicó en 1981 y que obtuvo el Premio Nacional del Libro y la medalla Randolph Caldecott en su categoría correspondiente, es Jumanji, dirigida por el texano Joe Johnston (Cariño, he encogido a los niños, Capitán América: El primer vengador) en 1995. Diez años después, se estrenó una secuela espiritual basada en otra novela de Van Allsburg, Zathura, una aventura espacial, que realizó el neoyorkino Jon Favreau (Iron Man, El libro de la selva). Pero hasta 2017 no ha llegado una secuela real e independiente, Jumanji: Bienvenidos a la jungla, con la dirección del también yanqui Jake Kasdan (Orange County).
Sería posible considerar a Bienvenidos a la jungla una especie de traición a la esencia tonal de Jumanji, pero no a sus bases emocionalesEl concepto de los tres filmes es el de un grupito de chavales que se topan con un juego mágico y, en una serie de situaciones fantásticas, deben afrontar los desafíos que les plantea durante el desarrollo de la partida. En el caso del mundo de Jumanji, los elementos son los atribuibles a la selva: el tipo de territorio y de vegetación, los animales salvajes y los humanos hechos al ambiente; en …