Como suele pasar con Juego de Tronos, cada vez que acaba una temporada terminamos con más preguntas que respuestas. Tratemos de usar la lógica para responder algunas mientras comienza la séptima.
George R. R. Martin empezó a escribir los libros en que se basa la serie en 1991. Cada uno cuenta con más de ochocientas páginas en promedio y el autor tarda aproximadamente cinco años en terminar cada entrega. A diferencia de los realizadores del show de TV, Martin posee absoluta libertad en lo que respecta al tiempo, censura y magnitud de su obra. Por esto, si les agrada la serie y no han leído los libros, es altamente recomendado también leerlos, estos se encuentran en un nivel de calidad muy superior.
No digo que la serie sea mediocre, sino que la imaginación del autor es ilimitada, cada palabra que se imprime en el papel solo necesita algo de tiempo y esfuerzo para existir, en cambio, el proceso de producir un show que cueste más de cien millones de dólares es una tarea titánica que tiene repercusiones en la calidad del material.
De esta fuente inagotable de creatividad y planificación surgen centenares de teorías en un intento de explicar los hechos enigmáticos que aun no han sido resueltos en los libros o en la serie. Con tantos personajes y variables, las posibilidades son infinitas.
Claro que muchas especulaciones resultan demasiado idealistas, las que más base suelen tener son las que se refieren al final de la serie. Existe un determinado número de maneras en …