La empresa estadounidense Microvast ha presentado un desarrollo notable en baterías de estado sólido que podría cambiar las reglas del juego en movilidad eléctrica. Esta tecnología elimina los electrolitos líquidos tradicionales y promete vehículos más seguros, con mayor autonomía y tiempos de carga ultrarrápidos.Según detalla Interesting Engineering, la compañía ha desarrollado un separador de electrolito sólido fabricado con poliaramida que ofrece conductividad iónica superior y estabilidad estructural incluso bajo alto voltaje. Un desarrollo que llega cuando la industria necesita urgentemente soluciones a los problemas de las baterías convencionales.Las limitaciones actuales (y cómo Microvast las resuelve)Las baterías de iones de litio que montan la mayoría de coches eléctricos tienen problemas conocidos. Su densidad energética máxima ronda los 300 Wh/kg, lo que limita la autonomía. Además, los electrolitos líquidos presentan riesgo de incendio por sobrecalentamiento y se degradan con las cargas rápidas repetidas.La propuesta de Microvast elimina estos líquidos inflamables y los sustituye por materiales sólidos resistentes a temperaturas extremas. La clave está en su configuración bipolar, que simplifica la estructura al reducir las conexiones entre celdas. Esto permite voltajes de decenas de voltios por celda frente a los 3,7 V habituales.Las aplicaciones prácticas son evidentes. Hablamos de autonomías que podrían alcanzar los 1.000 kilómetros por carga, similar a lo que prometen empresas como Tailan New Energy con sus 2.000 km de autonomía. Los tiempos de recarga son igual de llamativos: del 10% al 80% en menos de 15 minutos.Microvast avanza hacia la producción piloto para resolver los desafíos de fabricación a …