Más allá de los daños visibles, una inundación puede desatar una cadena silenciosa de enfermedades peligrosas. Desde infecciones cutáneas hasta virus intestinales y parásitos, el riesgo persiste cuando el agua comienza a bajar. Descubrí qué afecciones están al acecho y cómo protegerte, incluso cuando creés estar a salvo.