Las razones por las que Gears of War es una de las franquicias más queridas de todos los tiempos, tiene que ver no sólo con la enorme personalidad con la que cuenta, sino con que antes que nada, son videojuegos sumamente divertidos. Lo anterior se da gracias a mecánicas muy bien diseñadas a niveles que se ajustan precisamente a esto para adentrarnos en situaciones de juego sumamente funcionales.