Apple tiene luz verde. La Unión Europea ha confirmado que el iPhone puede abandonar por completo cualquier puerto físico. Esto desmonta una de las razones por las que Apple se habría mostrado reticente a hacer realidad esta idea en sus próximos iPhone 17 Air. Y es que, como hemos analizado anteriormente, hay muchos retos todavía por delante para decir adiós al USB-C. Pero es algo que Apple tiene sobre la mesa y llegará, como llegó el fin del mini-jack y otras tantas conexiones en Mac.
El USB-C: un puerto con fecha de caducidad
La llegada del USB-C a los iPhone no fue por voluntad de Apple, sino por obligación. La directiva del cargador común impuesta por la Unión Europea obligó a que todos los dispositivos usaran un único estándar de carga para reducir el impacto ambiental. Hasta entonces, Apple se aferraba al puerto Lightning, un conector patentado que dominó su ecosistema durante más de una década. Con esta ley, Apple no tuvo más remedio que adaptarse.
Sin embargo, la normativa no exige que los dispositivos incluyan necesariamente un puerto físico. Si un smartphone no tiene puerto de carga, no está obligado a incorporar USB-C. Esto abre la puerta al diseño inalámbrico que Apple lleva años tratando de perfeccionar.
El iPhone 17 Air: ¿un adelanto del futuro sin puertos?
El iPhone 17 Air será, según los rumores, el teléfono más delgado diseñado por Apple hasta ahora. Con tan solo 5,5 mm de grosor, …