La Unión Europea lo tiene claro: quiere reducir su dependencia tecnológica de Estados Unidos. En los últimos meses hemos visto avances como el impulso del euro digital para limitar el dominio de Visa y Mastercard, o el desarrollo de alternativas a servicios como Google Maps. El siguiente paso apunta a uno de los pilares de internet: los motores de búsqueda.
En la actualidad, Europa depende casi por completo de buscadores estadounidenses como Google o Bing para acceder a información online. Google, además, ha comenzado a integrar su inteligencia artificial para filtrar resultados, lo que implica confiar aún más en un algoritmo opaco y diseñado con intereses comerciales. En este contexto, la UE prepara un plan B llamado Open Web Index.
Europa ya busca una alternativa real a Google
Este proyecto no pretende ser un buscador al uso, sino una gigantesca biblioteca digital de acceso libre, tal y como recogen desde TechSpot. Su función será proporcionar la infraestructura de datos para que otras empresas, instituciones o desarrolladores puedan construir sus propios motores de búsqueda, sin depender de los índices privados de grandes corporaciones como Google o Microsoft.
El enfoque es claro: descentralizar el acceso a la información y crear una alternativa sin ánimo de lucro, transparente y abierta. La Comisión Europea ha sido crítica en repetidas ocasiones con el modelo de negocio de Google, basado en mostrar resultados condicionados por publicidad o posicionamiento de pago.
El Open Web Index busca eliminar ese sesgo comercial y …