El 11-S fue uno de los actos terroristas más devastadores de la historia. No obstante, quince años después, las secuelas de aquel incidente continúan presentes. Y las muertes, aunque de forma indirecta, continúan sucediéndose.
El 11 de septiembre de 2001, todo el mundo quedó en completa parálisis mientras contemplaban los actos terroristas ejecutados por el grupo terrorista Al-Qaeda en la ciudad estadounidense de Nueva York. Durante aquella masacre, 3016 personas perdieron sus vidas, sembrando el pánico tanto en la nación estadounidense como en el resto del mundo.
El 11-S estuvo desarrollado por varios aviones, los cuales trataron de impactar algunos de los edificios clave de la nación estadounidense. Dos de ellos impactaron con las archiconocidas torres sur y norte del World Trade Center (Nueva York), provocando la mayor parte de las muertes totales.
Casi quince años más tarde, aquel acto terrorista continúa provocando muertes alrededor de los Estados Unidos, aunque de una forma diferente. Lo hace en forma de cáncer, mesotelioma y múltiples problemas respiratorios. Y es que el impacto de los aviones de American Airlines y United Airlines contra las torres del World Trade Center liberó una cantidad incalculable de asbesto y otras sustancias químicas perjudiciales para la salud.
Hasta 410.000 personas han podido estar expuestas a toxinas causantes de enfermedades como el cáncer
Organizaciones como The World Trade Center Health Registry estiman el número de personas expuestas en casi medio millón, las cuales estaban en las inmediaciones de aquel acto terrorista. De esas 410.000 personas, los grupos más afectados son los policías, los …