La historia de PrimeSense, la startup israelita que quiso revolucionar los videojuegos pero terminó cambiando para siempre al iPhone.
El 3 de noviembre sale a la venta el iPhone X, el modelo que celebra los diez años del smartphone de Apple y que promete, nuevamente, revolucionar el mercado con una pantalla OLED "Super Retina" HDR de 2.436 × 1.125 pixeles, un diseño sin bordes, una cámara de fotos bastante impresionante y tecnología que permite que reconozca tu cara en unos pocos milisegundos.
Esto último, conocido como Face ID promete ser uno de las características que pongan el iPhone X a dos años y medio por encima de la competencia, particularmente por la forma en que funciona, la capacidad de reconocer rostros incluso a muy baja luz y características que aprovechan los sensores 3-D de reconocimiento facial.Pero la tecnología sobre la que se basa Apple para Face ID, no es nueva, parte de lo verdaderamente revolucionario es haberlo logrado meter en un tamaño tan pequeño, en la parte superior del iPhone X.
Face ID probablemente no existiría sin KinectMicrosoft fue, de alguna forma, uno de pioneros en el sistema de reconocimiento facial de alta velocidad para permitir que un usuario haga login a su cuenta en un dispositivo electrónico, sin esfuerzo. No se trataba de un smartphone y por lo tanto no hacía falta miniaturizarlo, pero lo importante: simplemente funcionaba. La tecnología se integró de manera nativa en el Xbox One y, para bien o para mal, cuando te ponías frente a …