Muchas sociedades llegan a tratar a sus enfermos mentales como animales. Andrea Reese viajó a Indonesia para evidenciar estas injusticias.
Las enfermedades mentales son un tema delicado por una gran multiplicidad de razones. Muchas de estas afecciones son incurables y los individuos que las sufren requieren cuidados especializados de por vida. Como todavía existen varios misterios acerca de estas condiciones, pocos se dan la tarea de hacerse cargo de estos individuos.
Lo más deprimente es que, muchas veces, sus propios familiares no quieren tener nada que ver con ellos. Este es el caso de los sujetos que se encuentran en varios de hospitales mentales de Indonesia. Durante ya varias décadas, estos lugares se encuentran en condiciones terroríficas. Los pacientes son encadenados en jaulas y separados de todos los otros enfermos, condenándoles a una vida de soledad absoluta.
La fotógrafa estadounidense Andrea Reese ha viajado por toda Indonesia para documentar con su cámara las duras vidas de los pacientes mentales del país.
Las imágenes sirven para evidenciar la precaria condición en la que se encuentran estos desafortunados humanos. No es fácil observarlas pero tan excelente labor fotográfica y humanitaria merece la pena ser analizada.
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