Las grandes compañías de transporte como Didi, Uber, Lyft, etc. deben adoptar controles de seguridad más estrictos a sus conductores.
Las nuevas empresas de transporte urbano están aquí de paso. El objetivo claro y admitido de Uber, Didi o Lyft es ofrecer taxis autónomos sin conductor. Pero para ello necesitan de momento a conductores humanos, combatir gremios de taxistas, pasar de las regulaciones, hacer que les adapten leyes, y sobre todo un espíritu de que nada importa salvo sus objetivos.
Aupada por los smartphones y desde hace años, estas empresas vienen revolucionando el transporte urbano en muchas ciudades de todo el mundo. Didi Chuxing ya realiza 11 millones de trayectos cada día en China, y Uber superó los mil millones de desplazamientos en total hace ya varios meses, y el 15% de los estadounidenses ya se ha montado en uno.
Como dos ejemplos, en Buenos Aires la cosa acabó mal para Uber, aunque acabó volviendo a Madrid. En Ciudad de México tuvo que adaptar sus políticas de precio para limitar el multiplicador de tarifa.
Mucho que mejorar en seguridadTanto los pasajeros como los conductores reciben una nota medida en estrellas, así ambas partes tienen una medida fácil y rápida de verificar que la otra parte suele hacer bien su trabajo. Y cancelar el desplazamiento, o no aceptarlo, antes de iniciarlo, para optar por otro con mejor nota, y menor riesgo.
Los conductores de Uber con menos de un 9 de nota (4.5 de 5 estrellas) son desactivados del sistema, y no pueden recoger más …