Para los que creen que algo sobra cuando nos referimos a "todos y todas".
Mucha gente piensa que cuando hablamos de lenguaje de género, nos referimos únicamente a enumerar "los y las" cada vez que mencionamos un sustantivo (el clásico "los niños y las niñas" del lenguaje de algunos textos legales). Sin embargo, incorporar un enfoque de género al lenguaje tiene muchos otros matices.
El lenguaje es un sistema de comunicación que responde a la estructura y a las necesidades de la sociedad, y que del mismo modo le da forma a las relaciones entre los seres humanos: por esto el finés tiene cuarenta palabras para nombrar la nieve mientras que la tribu himba tiene sólo una para una serie de colores oscuros cuyas diferencias, aparentemente, no importan. Éste es el doble poder del lenguaje: el de reproducir y transformar la sociedad en la cual es utilizado. Lo que no se nombra, podría igualmente no existir: ésta es la principal razón por la cual los movimientos igualitarios incluyen entre sus preocupaciones la del uso inclusivo del lenguaje, que ha sido incorporado transversalmente en las más diversas organizaciones internacionales, desde la OIT hasta la ONU.
Las tesis sobre el lenguaje de género nos dicen que el llamado "masculino genérico" no es inclusivo: en un grupo donde hay cinco niños y una niña, el sustantivo colectivo es "niños", mientras que en un grupo donde hay cinco niñas y un niño... sigue siendo "niños". A pesar de ello, la RAE insiste en que el género masculino …