Los espaciotrastornados del todo el mundo tenemos las uñas roídas hasta el codo a fuerza de esperar la prueba estática del primer Falcon Heavy de SpaceX, anunciada originalmente para el 10 de enero de 2017, pero que se va retrasando día tras día.
Pero no hay que olvidar que aunque el FH tiene mucho en común con los Falcon 9 en realidad es un bicho bastante más complejo que viene sin manual de instrucciones definitivo. Y no sólo hay que probar el Falcon Heavy propiamente dicho sino que también hay que probar los sistemas auxiliares de la plataforma de lanzamiento.
Cosas como que encaje físicamente en su sitio. Cosas como que los conectores eléctricos, de datos, y de combustible encajen y funcionen correctamente. Cosas como que la transmisión de telemetría desde el cohete y desde la plataforma a la sala de control de la misión funciona correctamente. Cosas como que el software que controla los sistemas de la plataforma y los del cohete funcionan correctamente y que el software del cohete se comunica correctamente con el de la plataforma. Establecer protocolos para la carga de combustible cuando hay que llenar un cohete formado por tres cuerpos. Establecer protocolos para la descarga de combustible cuando por lo que sea hay que cancelar un lanzamiento…
Infinidad de detalles que tienen que estar controlados para que se pueda, por fin, realizar la prueba de encendido de motores con garantías de no liarla parda.
Además, conviene recordar que la plataforma 39A del Centro Espacial …