El sueño de un iPhone americano sigue vivo en la mente de Donald Trump y su equipo. Y aunque los aranceles se hayan pausado temporalmente y tengamos algo más de calma comercial, no hay que dejarse eclipsar por esta aparente tregua. De hecho, el propio Trump ha sido bastante claro al respecto: no es cuestión de fabricar en o no en China, porque tampoco quiere que Apple fabrique en India. El objetivo es tener un iPhone "Made in USA".
Y aquí viene el gran pero: el coste de fabricar algo en Estados Unidos es mucho mayor. Aun así, Apple se ha comprometido a invertir 500.000 millones de dólares en terreno norteamericano. De hecho, los chips A16 ya se fabrican allí, pero el sueño de un iPhone estadounidense al completo sigue pareciendo una utopía... ¿O quizás no tanto?
La administración Trump ya insinuó que se podría lograr con robots. Que el objetivo final es que las máquinas hagan el trabajo para así reducir el coste de personal. Lo que no queda tan claro es cómo esto repercutiría positivamente en la economía estadounidense que tanto dicen querer impulsar, pero bueno, eso es un tema aparte.
Y ahora es Foxconn, el propio fabricante de Apple, el que confirma que la visión de Trump no está tan lejos de la realidad. Young Liu, presidente de la compañía taiwanesa, ha admitido abiertamente que los robots y la inteligencia artificial terminarán sustituyendo a las personas en las líneas de montaje.
Se acabó la búsqueda de la …