Esta semana se ha hecho pública la noticia de que Mary Coombs murió el pasado 28 de febrero. Probablemente, no te suene de nada su nombre. Y, sin embargo, tuvo un papel fundamental en la historia de la informática al convertirse en la primera mujer programadora de una aplicación comercial.
En 1952. Pero contar la historia de Mary Coombs obliga a conocer primero la de las computadoras LEO.
LEO, la megacomputadora dedicada al catering
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el gran público ya había empezado a oír hablar de los ordenadores, pero los veía exclusivamente como herramientas científicas y militares. No se concebía la posibilidad de dedicarlos a gestionar las existencias o las nóminas de una cadena de tiendas.
De modo que, cuando John Simmons, el jefe de contabilidad de J Lyons & Co (una compañía británica de catering de infusiones y pasteles con 250 establecimientos) convenció a la junta de la compañía de hacer exactamente eso en 1947, se convirtió en un revolucionario, responsable de poner en marcha el primer sistema computarizado comercial de la historia
La empresa mandó a representantes a los Estados Unidos para conocer a los desarrolladores de ENIAC, y colaboró con proyectos académicos similares en el Reino Unido. Así, en febrero de 1951, se ponía en marcha la computadora Lyons Electronic Office (más conocida como LEO) que, como era habitual en aquella época, ocupaba por sí sola una enorme sala.
Y unos meses más tarde, empezaba a ejecutar la primera aplicación comercial de la …