Orbital Reflector era una obra de arte destinada al espacio concebida por Trevor Paglen en colaboración con el Museo de Arte de Nevada. Consistía en un gran globo de un plástico similar al mylar en forma de diamante alargado de unos 30 metros de largo que fue lanzado junto con otras 64 cargas más el 3 de diciembre de 2018 en la misión SSO-A de Spaceflight Industries.
Viajaba plegado dentro de un CubeSat de tres unidades y como muchas otras cargas de esa misión sus responsables se encontraron con que una vez en órbita fue imposible determinar cual de ellas era para saber si se podía proceder a su despliegue sin causar problemas a nadie. Esta dificultad para su identificación se vio además agravada por el cierre de la administración estadounidense que tuvo lugar entre finales mediados de diciembre de 2018 y enero de 2019.
Para cuando terminó el cierre y se reiniciaron los esfuerzos para identificar todas las cargas puestas en órbita por la misión el control de la misión hacía tiempo que ya había dejado de poder comunicarse con Orbital Reflector. Estaba diseñado para ser desplegado rápidamente y luego seguir su misión en forma de satélite pasivo hasta su reentrada en la atmósfera, no para permanecer a la espera varias semanas.
Así que no ha quedado más remedio que admitir que ha muerto sin llevar a cabo su objetivo de convertirse en una especie de estrella errante durante unas semanas.
El que sí lo ha conseguido, aunque es …