Todo el trabajo realizado por Mark Vande Hei y Scott Tingle en el paseo espacial del 23 de enero de 2018 parecía haberse ido al garete porque la nueva «mano» que instalaron en el brazo robot de la Estación Espacial Internacional sólo respondía a los comandos enviados por uno de los dos canales de órdenes que tiene.
Y esto no es una configuración aceptable, ya que los responsables de la EEI quieren tener siempre al menos un canal redundante. No vaya a ser que el que está en uso deje de funcionar y que el otro tampoco lo haga y que por tanto el brazo robot quede parado o lo que es peor, que deje de responder a comandos mientras está en movimiento.
De hecho ya se estaba planeando un paseo espacial para dejar las cosas como antes pero los ingenieros de la Agencia Espacial Canadiense, responsables del Canadarm 2, han terminado por diagnosticar el problema como un fallo de software. Esto les ha permitido poner en funcionamiento el canal rebelde mediante un parche de software.
La CSA no ha dado todavía información detallada respecto al problema pero parece que podría tener que ver con alguna incompatibilidad entre el firmware que lleva la «mano» recién instalada, que llevaba desde 2009 esperando a ser utilizada, y el software más moderno cargado en el Canadarm 2 y sus sistemas asociados en los años transcurridos desde entonces.
Me recuerda al chiste aquel de «¿cuantos programadores de [insertar aquí alguna empresa informática o lenguaje …