Los medios de comunicación de masas no atendieron en su momento la inconcebible e indignante historia de Denise Abbah, que es realmente digna de ser contada.
Las prisiones no son precisamente los lugares más agradables para visitar y ni mucho menos para residir en ellos. Las hay, además, que son auténticos infiernos en la tierra. Pero esos infiernos pueden resultar incluso mayores cuando las personas son condenadas de manera injusta y no tendrían por qué sufrirlos. Y existen casos verdaderamente insólitos, como el de Denise Abbah, que estuvo encerrada en la sección masculina de una cárcel de Sudáfrica durante casi siete largos meses.Denise Abbah dice que registraron mal su nombre: “Denis”, sin la e final, y los funcionarios de la prisión la tomaron absurdamente por transexual
Nacida Wilson y residente en Isipingo, Abbah fue detenida el 24 de septiembre de 2002, cuando tenía veintiocho años, y enviada a la prisión de Westville, en el área de la ciudad de Durban, muy cerca de la Costa Este sudafricana, a la espera de juicio por la acusación de haber perpetrado los delitos de asalto, intento de homicidio y secuestro. Dice que su nombre de pila fue mal escrito en el primer registro: “Denis”, sin la e final, por lo que los funcionarios de prisiones encargados de meterla entre rejas la tomaron absurdamente por un transexual y la recluyeron con los hombres desde el 1 de octubre.
Según la ley, a los reclusos se les han de realizar análisis médicos durante las primeras veinticuatro horas desde …