Operadoras internacionales como Deutsche Telekom, Orange o Vodafone junto a la GSMA y Google anuncian una iniciativa que acelere la disponibilidad de los Rich Communications Services que permita evolucionar los prehistóricos SMS. Se hará tarde y mal.
El movimiento, comunicado esta semana en Barcelona, parece el primer consenso firme para la adopción del protocolo que llevaba años para ser implementado debido al conflicto de intereses entre los partícipes.
RCS trata de evolucionar los SMS con un nuevo estándar que permita una funcionalidad más rica: mensajería instantánea, grupos o la posibilidad de compartir ficheros. Esa clase de características que adoptaron los servicios over-the-top como WhatsApp, Line o Facebook Messenger mientras las operadoras perdían el control del timón.
La GSMA y las operadoras no han dudado ni un ápice en anunciar la iniciativa como salvadora de los usuarios frente a las empresas de servicios que, al parecer, nos han encadenado. Año 2016 y las operadoras se congratulan de poder ofrecer chat de grupos, envío de imágenes y un "check" para mensajes leídos; asegurando mejorar la experiencia de los 4.000 millones de usuarios de SMS en el mundo. Lo harán con la tecnología y el soporte de Google, esa empresa de servicios que tan poco gustaba, hasta ahora, a las operadoras.
El discurso cambia cuando es Google el que ofrece la infraestructura y la operadora puede hacer suya la experiencia de ese estándar bajo su propia aplicación e infraestructura o emplear la Plataforma Jibe que hospedará Google bajo el perfil universal que la GSMA ha perfilado. Choca, …