La reestructuración de Alphabet está causando fricciones en algunas de las subsidiarias. Más autonomía pero presupuestos más restringidos, y antiguos vicepresidentes convertidos en CEO enfrentándose a sus empleados.
Tras su reestructuración en Alphabet, está empezando a quedar un poco más claro la reordenación de los objetivos de la antigua Google. Se acabó usar presupuestos combinados donde las amplias arcas que la publicidad online de Google trae financien cualquier tipo de proyectos a largo plazo que suponían grandes agujeros de pérdidas durante años, por muy pequeños que pudieran parecer al lado del montante total de los ingresos.
Esta nueva realidad ha impactando en muchos de los grandes proyectos a largo plazo que Google/Alphabet tenía puestos a futuro. No cabe duda que desde Alphabet mantendrán apuestas arriesgadas, sus conocidos “moonshots”, pero están pisando el freno. Quieren resultados.
Uno de los grandes proyectos que a pesar de una gran envergadura e ingresos en constante progresión permaneció bajo la supervisión de Google en vez de Alphabet fue YouTube. El líder del vídeo online aún no es capaz de generar beneficios a pesar de tener 4.000 millones de dólares de ingresos durante 2014, y 3.000 millones el anterior. La dependencia de YouTube de la red de publicidad de Google las mantiene unidas por un cordón umbilical que difícilmente será cortado a corto plazo.
Los otros tres proyectos que se han visto afectados de forma pública tienen una visibilidad muy variada tanto para prensa y el público general, como para inversores y accionistas de Google.
¿Robots, para qué queremos robots?El …