Scott Kelly en la Cúpula de la EEI
El principal objetivo de la misión de un año a la Estación Espacial Internacional en la que participaron Scott Kelly y Mikhail Korniyenko era comprobar cómo responde el cuerpo de una persona a estancias prolongadas en caída libre, y por lo que cuentan en NASA's Yearlong Spaceman Still Has Sore Feet, Fatigue la respuesta es que no muy bien.
A pesar de que durante su estancia en la EEI Kelly y Korniyenko hacían ejercicio a diario para intentar contrarrestar los efectos de la microgravedad el primero aún siente dolores en los pies, rigidez en las piernas y fatiga generalizada más de tres meses después de haber vuelto a tierra, aunque dice ir mejorando todo el tiempo.
Además, dice que en el momento de salir de la Soyuz que lo trajo de vuelta le picaba la piel, tenía erupciones en esta, y síntomas similares a la gripe; que de haber estado en casa se habría ido a urgencias.
Kelly, que ahora tiene 52 años, había estado con anterioridad en la Estación, pero en una misión de cinco meses de la que tardó seis meses en recuperarse del todo; dice que cree que de esta, que ha durado algo más del doble, tardará mucho más en recuperarse.
Algunas de las cuestiones clave que se quieren estudiar en la misión de un año de Kelly y Kornienko son
¿Cómo seguirán funcionando física y mentalmente los astronautas tras un año en el espacio?
¿Que cambios se producen …