Los avances tecnológicos también tienen su impacto (y encaje) en los avances médicos. Es más, la gran mayoría de ocasiones lo segundo ha dependido directa o indirectamente de lo primero. Pero ante la montaña de datos personales que manejamos hoy en día y el auge de los sistemas informáticos basados en inteligencia artificial cabría esperar un cambio importante en los próximos años.
«¿Y si el médico de mañana es un programa de ordenador?», se preguntan desde AFP. Y pueden acertar porque el negocio de sistemas «inteligentes» han empezado a trastocar al sector de la salud. Ambos, juntos y no revueltos, están en auge, sobre todo por el impulso de empresas y «startups» de Silicon Valley, la cuna de la tecnología. Como es el caso de los llamados «chatbots» -programas automáticos que establecen un lenguaje natural- puede que desempeñen un papel clave en el futuro como métodos de comunicación entre paciente-médico.
La inteligencia artificial se está movimiento rápidamente hacia el mundo de la medicina. Según las previsiones de la consultora Frost and Sullivan, el negocio de sistemas médicos inteligentes moverán en 2021 más de 6.600 millones de dólares (5.900 millones de euros) frente a los 634 millones de dólares (567 millones de euros) que se registraron en 2014. Los expertos apuntan a una razón: el desarrollo y popularización de los dispositivos móviles.
Entre los principales desafíos que debe afrontar la tecnología en el campo médico se encuentran mejorar los prediagnósticos médicos, el seguimiento en tiempo real de patologías, la …