Si hay personas con un ingenio que impresiona para tomarle el pelo al resto de los mortales, merece la pena conocer la vida del estafador Steven Russell.
Hay dos razones principales por las que nos gusta que nos cuenten las aventuras de delincuentes y, sobre todo, de estafadores: Podemos experimentar la transgresión de la ley de los estafadores ingeniosos en el cine y la literaturala primera es que son sujetos que se limpian las botas con las leyes, y esa es una transgresión que nosotros no cometemos pero que podemos experimentar en su nombre a través de las narraciones que protagonizan, en el cine o en la literatura; y la segunda, que aquellos que se dedican a estafar y que parecen merecedores de una película y una novela, normalmente, poseen un ingenio digno de admiración. Un ingenio para engañar, sí, pero ingenio a fin de cuentas; y eso, por lo visto, lo valoramos al margen de si es empleado para lo que se considera bueno o para dañar a nuestros semejantes.
Uno recuerda al falso conde italiano Alessandro di Cagliostro, el mayor charlatán de todos los tiempos, y al joven estadounidense Frank Abagnale Jr., inmortalizado en Catch Me If You Can, la película de Steven Spielberg. Y otro del que deberíamos acordarnos es compatriota de Abagnale, y responde al nombre de Steven Jay Russell. Esta es su historia.
Por el amor de Phillip Morris
Steven Russell, que nació en septiembre de 1957 en Elizabeth City, pequeña localidad de Carolina del Norte, estaba infelizmente casado …