La naturaleza puede ser cruel y despiadada con el ser humano. Esto lleva a situaciones extremas en las cuales solo los más fuertes sobreviven. Poon Lim es uno de ellos.
El océano puede ser hermoso y majestuoso desde lejos, pero es obvio que no está hecho para humanos. Si pudiera hablar se cansaría de decir que no molestáramos, que lo dejáramos en paz a él y a todas las criaturas que lo habitan. Sin embargo, seguimos siendo la especie más poderosa del planeta, así que probablemente no le haríamos caso de todas maneras.
A lo largo de los siglos, los humanos han usado los mares para transportarse, como fuente de sustento y hasta para divertirse. Siempre existe el riesgo de ahogarse o de quedar a la deriva, pero si nos dejáramos asustar por algo de peligro, muchas hazañas importantes no existirían.
Yeah, science!
En 1942 un hombre llamado Poon Lim trabajaba en un barco mercante británico llamado SS Benlomond de camino a Suriname. No se encontraba allí por gusto sino por necesidad. Su padre tenía miedo de que fuera obligado a enlistarse en el ejército chino para luchar contra los japoneses, por lo que le aconsejó a su hijo que consiguiera un trabajo que lo mantuviera alejado de su país natal, al menos hasta el fin de la guerra.
Al principio las condiciones eran horrorosas. Los marinos británicos acosaban a Poon Lim y a los demás empleados chinos encargados de realizar los trabajos más desagradables. Mientras la guerra avanzaba, sus circunstancias mejoraron. Los empleadores fueron …