La seguridad informática es un tema de interés y preocupación para todos nosotros. Grandes empresas y organismos institucionales ya han entendido la importancia de mantener unos correctos niveles de seguridad que les permita garantizar la integridad y privacidad de información crítica. Tanto de clientes, inversores, empleados, como de sus productos diferenciales, servicios propios e infraestructura tecnológica.
Sin embargo, muchas pymes todavía creen que la seguridad informática es un problema ajeno a ellas ya que por su tamaño no son susceptibles de generar el interés de los «hackers» y cibercriminales, o creen por otro lado que su infraestructura tecnológica no es lo suficientemente sofisticada como para ser susceptible de protección, por lo que renuncian a asegurar su información.
Ambas posturas son erróneas. Una pyme es habitualmente un proveedor diferencial de una empresa que cotiza en el IBEX, de una institución pública o de otra empresa tecnológica que ofrece sus servicios y productos a los organismos ya mencionados. Son, de este modo, la puerta de entrada a un entorno de otro tamaño y complejidad donde los daños se amplifican.
Además, pueden ser mas sensibles a un evento de descapitalización intelectual o empresarial que puede derivarse de un cibercrimen, puesto que tienen menos «marca» con la que soportar los vientos de la pérdida de confianza o de reputación que sigue tras un ataque. O directamente, menos diversificación en su negocio sobre el que pivotar tras haber perdido parte de su información crítica. Usted es más vulnerable que nadie, desde este …