Tras unos meses desde su lanzamiento, LISA Pathfinder presenta sus primeros resultados: ha sido un increíble éxito. La tecnología funciona con una precisión que jamás habríamos imaginado.
Cuando partió, el pasado diciembre, nadie esperaba que la sonda LISA Pathfinder daría tantos y tan buenos resultados en tan poco tiempo. Este satélite, que orbita entre nuestro pequeño planeta y el Sol, tiene una misión complicadísima: detectar la perturbación más fundamental y efímera que conocemos, las ondas gravitacionales. Bueno, en realidad la misión de esta sonda es comprobar que la tecnología funciona. Si todo es correcto, hasta tres satélites se encargarán de formar una antena capaz de detectarlas y descubrir algunos de sus secretos. Y por el momento, parece que LISA Pathfinder cumple con las expectativas. Desde la Agencia Espacial Europea nos llegan los datos de los dos primeros meses de la sonda en el espacio.
El lugar más tranquilo conocido por la humanidad
Esta es la instrumentación dentro del LISA Pathfinder | ESA
Así lo describen algunos de los físicos implicados en el proyecto LISA Pathfinder. Y es que el satélite ha sido construido para formar un armazón metálico en cuyo interior hay dos cubos de unos dos kilos hechos de una aleación de oro y platino. Estas dos masas no han de ser perturbadas por nada en el universo. Nada más allá de las ondas gravitacionales, claro está. Ni la presión del viento solar, ni otras fuerzas que puedan interrumpir su trabajo detectando las ondas gravitacionales. Por lo efímero de su naturaleza, cualquier ínfima …