Mientras las grandes ciudades del mundo se intentan poner de acuerdo con la economía colaborativa, Nueva York le ha complicado la vida a Airbnb.
Si hay una cosa clara respeto a la economía colaborativa, y más concretamente con Airbnb, es que nadie se pone de acuerdo. Cada uno tira a su campo, como es lógico, y todos intentan defenderse con uñas y dientesPero si hay algunos que no saben muy bien qué hacer son los políticos; algunos no tienen demasiado idea de qué es, otros se suben al carro de la innovación, alguno mira hacia otro lado... Hay para todos los gustos.
Nueva York propone limitar las estancias de Airbnb a reservas no menores de 30 díasLa cuestión es que la Unión Europea aboga por no generar leyes que limiten la actividad de este tipo de empresas, confirmando que ponerle vallas al campo sería rechazar nuevos, e importantes, modelos de negocio. Y mientras, algunos líderes políticos, como puede ser el caso del concejal de Vivienda y Desarrollo Económico del ayuntamiento de Nueva York, que ha confirmado "que las 20 o 30 mayores ciudades tengan unas reglas diferentes a las del resto no es bueno para nadie". Es decir, regular de forma igualitaria, pero a la baja. O lo que es lo mismo, penalizar actividades como las de Airbnb. La entrada en juego de las economías más tradicionales -en este caso los hoteles-, en confrontación con las nuevas. El equilibrio entre lo nuevo y lo viejo, y todo lo que ello conlleva para …