Con pelucas bien peinadas
Y moviéndose con chic.
Corría el año de 1901, el día 18 de noviembre para ser exactos. Se dice que en la madrugada la policía tocó a la puerta de un domicilio en la Ciudad de México y advirtió que se trataba de un baile de hombres, también llamados en la época como "bailes de invertidos". Entonces se realizó la famosa redada de los asistentes al "baile de los cuarenta y uno" o "de los cuarenta y un maricones" como fue llamada en la prensa esta fiesta privada. Según los reportes, 19 de los detenidos estaban vestidos con ropas de mujer.
El escándalo en la opinión pública no se hizo esperar. Las primeras notas en la prensa indicaban que se habían detenido 42 personas, pero más tarde la cifra descendió a 41. Este hecho levantó una especie de leyenda que involucra a Ignacio de la Torre y Mier, yerno del mismísimo presidente de México en aquel entonces: Porfirio Díaz. Se ha señalado ampliamente que debido a su posición social y a sus influencias se le permitió la fuga de la redada.
La noche del domingo fue sorprendido por la policía, en una casa accesoria de la 4.ª calle de la Paz, un baile que 41 hombres vestidos de mujer. Entre algunos de esos individuos fueron reconocidos los pollos que diariamente se ven pasar por Plateros. Estos vestían elegantísimos trajes de señora, llevaban pelucas, pechos postizos, aretes, choclos bordados y en las caras tenían pintadas grandes ojeras y chapas de color. …