La inmortalidad biológica existe. Pero no se refiere a la propiedad de no morir. Sino a la de no envejecer. O no morir de viejo, al menos. Y hay una especie que ha conseguido alcanzarla.
Los estados de la vida son básicamente dos: vivo o no vivo. Hasta aquí todo correcto. Sin embargo, toda la vida que conocemos se caracteriza por un proceso finito que comienza en un estado, con el nacimiento, y termina en otro, la muerte. ¿Qué pasa entonces cuando nos saltamos esta regla? Existe al menos un animal considerado como biológicamente inmortal. Aunque puede que no sea el único. ¿Eso quiere decir que no puede morir? Por supuesto que no. Todo lo vivo ha de encontrarse tarde o temprano con la muerte. Sencillamente, no lo hace de viejo. Así es como vive Turritopsis.
La complicada vida de una hidra
El ciclo de los cnidarios es muy complejo y lleno de numerosos maticesLas hidras son una fase de lo que coloquialmente se conocen como "medusas", cnidarios. Pero medusas de un tipo especial que se caracteriza por vivir sésiles, pegadas al suelo o roca. Aunque depende de la especie, el ciclo de vida general de una medusa se caracteriza por tener una fase de larva, la cual pasa a ser un pólipo (también conocidas como hidras), que es en realidad una colonia del animal de la cual surgen las medusas propiamente dichas, que suponen la fase adulta del animal. Esta es una simplificación de un ciclo muy complejo y lleno de matices …