¡Niños y niñas! No hagáis fotos de vuestras tarjetas de embarque para enseñarlas por ahí, y menos las compartáis en Instagram, Facebook, Twitter, que nunca se sabe lo que puede acabar pasando. Y es que con la información visible se puede llegar a conocer a veces el número de pasaporte de una persona, entrar en sitios web suplantándola, averiguar más datos personales… y liarla parda. Por aquí Wicho ya avisó hace algunos años al respecto.
Esto es lo que cuenta un hacker llamado Alex con un gran sentido del humor en When you browse Instagram and find former Australian Prime Minister Tony Abbott's passport number («Cuando estás mirando Instagram y te encuentras con el número de pasaporte del Primer Ministro australiano Tony Abbot»).
La historia es tan larga que merece la pena leerla completa, pero un resumen más o menos rápido sería este:
Allá por marzo, a Alex –el hacker protagonista de la historia– una de sus amistades le envía una foto que ha visto pasar por Instagram (y que al poco tiempo se borró): es una tarjeta de embarque a nombre de Tony Abbot, que fuera Primer Ministro de Australia entre 2013 y 2015. Se ve que volvía de un viaje a Japón y por lo que sea la foto acabó en Instagram. Mucha gente las publica, por postureo o de forma inadvertida; de hecho buscando por #boardingpass es fácil encontrar miles de ellas. «¿Puedes hackear a este tío?», le pregunta.
Alex investiga un poco y descubre que si …