Los ataques DoS y DDoS son dos de las técnicas más populares empleadas por los hackers para desestabilizar sistemas informáticos. ¿En qué consisten? ¿Cuál es la diferencia vital entre ambos?
Los ataques DoS y DDoS son dos de las técnicas más comunes entre los hackers. Servicios como PlayStation Network, Xbox Live o Blizzard han sido víctimas de este tipo de ataques, alterando el funcionamiento normal del servicio. Pero, ¿en qué consisten este tipo de ataques? ¿Cuál es la diferencia exacta entre un ataque DoS y un ataque DDoS?
DoS significa “Denial of Service”, un término que traducido al castellano se conoce como “Denegación de Servicios”. Este tipo de ataques consiste en generar una cantidad masiva de peticiones al servidor, provocando así una sobrecarga del mismo y, por consiguiente, la alteración del servicio a los usuarios que sí son legítimos.
Este tipo de ataques son relativamente sencillos de detener, pues basta con identificar la dirección IP del ordenador que está realizando las peticiones masivas al servidor y bloquear el acceso al mismo. De esta forma, la sobrecarga desaparece y se puede restablecer fácilmente el servicio a los usuarios legítimos.
En ambos casos, el objetivo es conseguir que el servidor deniegue acceso al contenido almacenado a los usuarios legítimos
No obstante, la modalidad más popular es DDoS ("Distributed Denial of Service” en inglés), que se traduce al castellano como “Denegación distribuida de servicios”. A diferencia del ataque DoS, un ataque DDoS es más complejo de detener, pues son varios los ordenadores que realizan llamadas masivas y constantes …