Todos nos consideramos moralmente superiores que los asesinos hasta el punto de dejar de considerarlos humanos. Las siguientes cartas podrían probar que estamos equivocados.
Es fácil deshumanizar a los asesinos seriales. Tratarlos como objetos es más agradable que entender la verdad de sus acciones y lo parecidos que pueden ser a nosotros. Lo que muchas veces puede parecer inexplicable es en realidad una relación de causalidad, eso sí, tremendamente difícil de detectar.
John Hinckley Jr. disparó seis veces su revólver hacia el presidente Ronald Reagan en 1981, logró herirlo de gravedad al igual que a otros agentes del servicio secreto y a un secretario de prensa que luego moriría por las heridas infringidas ese día. Sin embargo, Reagan sobrevivió.
Hinckley no ha dejado dudas acerca de sus motivos. Desde que vio la película Taxi Driver se obsesionó con la actriz Jodie Foster. Luego de varios intentos de seducirla a través de varias llamadas telefónicas y acoso continuado, John decidió que debía hacer algo grande para ponerse en su nivel y, emulando lo que intenta hacer el personaje principal de la famosa película de Scorsese, quiso asesinar a Reagan para inmortalizarse en la historia.
Como le escribió a Foster momentos antes del intento de asesinato:Durante los últimos siete meses te he mandado docenas de poemas con la esperanza de que desarrollaras un interés en mí. A pesar de que hemos hablado por teléfono un par de veces, nunca he tenido el valor para acercarme a ti en persona y presentarme... La razón por la …