Ni OTTs, ni fintech. Hay un nuevo tipo de banca que ha venido para quedarse y, aunque les pese, cumplir todas las normativas vigentes.
Las reglas que gestionan el mundo de las finanzas juegan en otra liga muy diferente: entenderlas, asumirlas y someterse a ellas es muy complicado. Hay que tener una cosa clara, sobre todo para los que emprenden bajo el paraguas de lo monetario: la revolución fintech tendrá tendrá que hacerse de la mano de los bancos o no será posible. Después de todo, y como ya explicamos, la mayor parte de los emprendimientos que florecen bajo esta marca funcionan como meros intermediarios que, intentando simplificar procesos bancarios tradicionales, siguen usando precisamente a esa banca tradicional para crear sus negocios. El círculo vicioso del fintech.
A pesar de lo complicado que es obtener las licencias bancarias, hay algunos que quieren llegar a ser bancosY es que, tras la crisis y los numerosos escándalos financieros que han asolado a estas entidades, la regulación se ha reforzado. ¿Aspectos positivos? Impide, en teoría, que se "se meta mano" en las cuentas y cajas y que ninguna persona insuficientemente preparada se ponga a los mandos de una entidad financiera. ¿Aspectos negativos? Muy pocos podrán alcanzar el estatus de banco, y algunos de los que ya lo tienen podrían, incluso, perderlo por no llegar a los mínimos -especialmente los nuevos-.
España, los integrantes Unión Europea y todos los países del mundo se regulan bajo una misma normativa: Basilea. Todos los que aspiren a ser banco con …