La divertida franquicia de Kun Fu Panda regresa a la pantalla grande con una tercera entrega hilarante, preciosa visualmente, aunque con menos peso en su historia que las anteriores cintas.DreamWorks ha construido a lo largo de estos años, y luego de lanzar su primera cinta en 2008, una franquicia adorada, ingeniosa y muy divertida. Si bien la primera cinta nos atrapó por su humor fresco, por su historia, por sus personajes entrañables; la segunda entrega siguió el mismo camino y se superó en cuanto a la calidad de su animación; esta tercera entrega sigue la escuela de sus predecesoras, no se encontrará un tropiezo en toda la cinta, sin embargo, la historia sí es su lado más flaco en comparación con las anteriores.
Y es que vemos a Po en una encrucijada más; este adorable panda tiene que conocer su verdadera identidad para poder ser él mismo con todo su potencial. Los Cinco Furiosos y el maestro Shifu lo acompañarán, como siempre, pero ahora conoceremos a la familia directa de Po, a su padre en particular. Este personaje traerá una parte de la historia de lo más entrañable y divertida en la cinta.
Otra cosa es que conocemos a los maestros supremos de las artes marciales y cómo es que los enemigos más acérrimos suelen ser aquellos grandes amigos que toman distancia entre sí y su conflicto se vuelve irreconciliable. Así, podemos ver que Kai y el maestro Oogway se enfrentan luego de 500 años de espera y como el …