En los últimos años, los videojuegos han dejado de ser percibidos exclusivamente como una forma de entretenimiento y han mejorado a demostrar su utilidad en el ámbito terapéutico. Y es que estos han ayudado a personas con depresión, ansiedad, y otros padecimiento que hacen que las entregas seán algo más que entretenimiento. Por si fuera poco, según estudios recientes, disfrutar de títulos puede generar cambios significativos en el cerebro, llegando a generar mejoría ciudadanos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Una de las principales características de este padecidimiento es la dificultad para mantener la atención en actividades específicas. Los videojuegos, al ser interactivos y requerir un enfoque constante, pueden actuar como ejercicios cognitivos que mejoran las habilidades de concentración. Según un estudio realizado en el Reino Unido por el centro de TDAH, el cual aseguran que estos pueden beneficiar a las personas e incluso mejorar las habilidades psicomotoras.
Otro aspecto interesante es el impacto en las conexiones neuronales. La naturaleza repetitiva de ciertas acciones en los videojuegos puede fortalecer las redes cerebrales relacionadas con la memoria de trabajo y la atención selectiva. Estudios realizados a mediados de 2002, han demostrado que ciertas áreas del cerebro vinculadas con el control de impulsos presentan mejoras tras sesiones regulares de juegos hechos en 3D, y la capacidad de relacionar profundidades y entorno en tercera dimensión.
Sin embargo, es importante destacar que no todos los videojuegos son adecuados para personas con TDAH. Los …